¿Sabías que la palabra corbata es una derivación de “croata”?
En 1660, los croatas iniciaron la moda de anudarse pañuelos negros en el cuello como signo de distinción y no pasaron desapercibidos por sus vecinos italianos, que pronto empezaron a llamar al pañuelo corvatta o cravatta. Más tarde, la corbata llegó a Francia con la afluencia de los mercenarios croatas que iban a luchar en la Revolución Francesa. Siempre tan estilosos los franceses, evolucionaron la forma, colores y los nudos del pañuelo convirtiéndolo en una pieza que mostraba estilo y distinción. Tal fue su importancia a lo largo de los siglos que incluso se elevó su buen uso a la categoría de arte y se escribieron manuales para mostrarlo (puedes ver uno aquí). Poco a poco la corbata se extendería por toda Europa y las colonias europeas por todo el mundo.
El origen de la corbata, tal y como la conocemos ahora, viene de la incorporación de su uso en los clubes, universidades y colegios. La Universidad de Oxford fue una de las primeras, creando su propia corbata en 1880. Sin embargo, la corbata moderna nació en 1924, cuando Jesse Langsdorf patentó y vendió el modo de cortar y coser las piezas de la corbata en un modo que permitía la optimización del uso de la tela.
A pesar de que con el paso del tiempo la forma de la corbata se ha homogeneizado, siguen existiendo todavía muchas maneras de llevarla. Puede variar el ancho de la tela, el largo, el estampado, el tejido y, sobre todo, el nudo. De modo que aún hoy puede ser utilizada como un signo de distinción.
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